Un parajes desolado como el Salar del hombre muerto en el norte de Argentina podrían estar escribiendo en las primeras lineas de la nueva revolución energética. Su protagonista es el litio, un mineral clave para la fabricación de baterías que se encuentra principalmente bajo estos suelos salados y casi estériles.
Con el litio en particular hay mucha excitación y dentro de tres y ocho años vamos a haber un boom del litio así que no solo hay excitación sino un sentido de urgencia. Los fabricantes de baterías están apostando a una tecnología que necesita el litio y tendrán que conseguirlo.
Según los expertos el 85% de las reservas mundiales se encuentran en Chile, Argentina y en Bolivia. Pero el 75% de la producción esta en mano de tres compañias. Con el objetivo de diversificar la producción las empresas consumidoras de litio están realizando fuertes inversiones en la exploración de nuevos depósitos de mineral.
El salar del hombre muerto es uno de los escenarios de esa carrera. Aquí FMF uno de los mayores productores ya extrae el mineral y a pocos kilómetros un consorcio encabezado por Toyota invirtió mas de ochenta millones de dolares en un proyecto exploratorio. Le gustaría descubrir fuentes alternativas de recursos para no verse apresionados. También le gustaría haber una mayor diversidad geográfica. No cabe duda de que los usuarios necesitan mas proveedores.
Para algunos el litio podría llegar a representar lo que el ferrocarril significó en el siglo diecinueve y el petróleo en el veinte y algunos analistas ya calificaron los yacimientos que se encuentran a las sombras de Los Andes come l'Arabia Saudita de este mineral.